El Dalai Lama critica en su obra El Arte de la felicidad, esta idea, ya que de acuerdo a él esta crea falsas expectativas- el concentrar todas nuestras expectativas y experiencias íntimas en el amor romántico, reduce y limita la capacidad personal. No se puede hacer esclavo a nadie haciendo de esta persona nuestra única posibilidad de expresar aquello que somos y queremos de forma intima.
Si se puede morir por falta de amor: por falta de amor hacia uno mismo. Es la carencia de este amor el que, a veces nos hace buscar en una pareja aquello que no tenemos o no nos atrevemos a darnos a nosotros mismos.
Esta realización me ha hecho analizar mis últimas aventuras amorosas y escandalizarme (junto con el equivalente enfado que ello trae) al darme cuenta de que he sido víctima de tal ideología. Impulsada por la necesidad de aprovación, que no me atrevo a darme a mi misma, he caído en esta rutina y ello me llevo a pensar el por qué del fracaso en estas relaciones. En una película (cuyo título no recuerdo) se dice que la defininción de locura es repetir continuamente la misma acción y aún obteniendo el mismo resultado, repetirla. Mi definición de locura, se asemeja a esta, pero a la vez se diferencia: la locura consiste en ir en contra de aquello que realmente somos, intentar ser quien no somos...Al repetir continúamente este patrón uno perpetúa el fracaso; mejor dicho, el aprendizaje. No voy a dejar de creer en el amor y por ello voy a invertirlo primero en mi misma, y luego en la gente que atraigo a través de él. Esta ruptura de patrón se augura como un nuevo comienzo, como una nueva aventura, en la que al dejar de chocar con la misma piedra, pueda tropezar con una montana y así comenzar el ascenso a mi felicidad:-)
Con mucho amor
